En el contexto del próximo MWC’19 que tendrá como eje central la conectividad inteligente, entendida como la simbiosis entre el 5G, la inteligencia y el big data, (juntamente con internet de les coses, que permite saltos cualitativos en los smart products), la semana pasada, atendiendo que Esdi es una escuela pionera en smart design, me invitaron a un debate sobre robótica y smart products en el ámbito doméstico, sin duda un campo de aplicaciones enormes en este ámbito, de las cuales resaltan tres aspectos: el primero es el relativo a que la robótica, con un mayor o menor grado de interacción e IA, ya está presente desde hace mucho tiempo, el segundo está asociado el aumento de la esperanza de vida, en gran parte gracias a los avances farmacológicos, sin que ello comporte una disminución de la dependencia y el tercero el avance del porcentaje de nativos digitales en el total de la población.
El debate se inició con un breve repaso, por parte del conductor del encuentro, sobre los robots ya presentes o disponibles en los hogares, Algunos de ellos con más de 50 años de presencia como es el caso del robot aspirador. Otros robots son mucho más recientes como los que friegan los suelos, limpian los cristales, planchan la ropa, cortan el césped o limpian las piscinas. Sin olvidar los robots sociales que tiene por finalidad hacer compañía, evitando la soledad o los que se destinan a actividades de entretenimiento o educativas o aquellos otros que están llamando a la puerta como los robots destinados a ayudar a mover las persones y objetos, maletas capaces de seguir al propietario en cualquier lugar y entorno, sin olvidar a los robots exoesqueliticos, que posibilitaran la movilidad o recuperan la capacidad autónoma a personas con parálisis, lesiones o producidas por el envejecimiento.
Sin duda la introducción hubiese podido abrir un debate muy amplio con múltiples enfoques. Sin embargo el primer ponente lanzó una pregunta al aire “¿Delegarías a un robot el aprendizaje de hijos o nietos?”, después de un breve silencio citó al robot Danovo, concebido para ser utilizado en centros preescolares o en el hogar, para reforzar el aprendizaje de los niños de forma divertida. Para este propósito, Danovo dispone de personalidad, es capaz de percibir y moverse alrededor de persones e interactuar, usando recursos multimedia. Esta intervención focalizó el debate y la intervención de los asistentes en los robots sociales y muy especialmente en las destinadas actividades de entretenimiento o educativas.
Me sorprendí muchísimo de la contundencia con la que la mayoría de intervenciones fueron rotundamente contrarias a utilizar robots e inteligencia artificial en los procesos de aprendizaje, o de entretenimiento de los menores. Sin duda el subconsciente ludista emergió, manifestando de su opositor a incorporar en su estilo de vida la automatización y la computarización. Sin duda una actitud que niega una realidad. Hoy en día cada minuto millones de niños y adolescentes juegan con videojuegos que potencian ciertas actitudes, no siempre en positivo, en Google se realizan más de 3,7 millones de búsquedas, se efectúan 375.000 descargas de aplicaciones, se visualizan 4,3 millones de vídeos en YouTube, se ven 266.000 horas de contenidos en Netflix, etc. Toda una serie de operaciones controladas y gestionadas, aunque a veces parece que preferimos ignorarlo, por softwares dotados de inteligencia artificial, que condicionan las actitudes de las persones, de forma directa e indirecta, ya que son capaces de conocer con extremada precisión a cada uno de los usuarios.
Negar que el futuro de la humanidad es robótico y que la robótica debe ser puesta al servicio de las persones para aumentar su capacidad intelectiva, potenciar su las habilidades sensoriales, espaciales o la psicomotricidad , asi como su capacidad de análisis, de actuar con autonomía, de diferenciar la verdad de la falsedad, de adaptarse la incertidumbre y a los cambios permanentes, es aceptar configurar personas influenciables y manipulable y eso, sin duda, sólo ayuda a quienes en lugar de ciudadanos libres quieren persones sumisas o esclavos de los poderosos.
Antoni Garrell i Guiu
16/2/2019
La versió en Català es publica a Isabadell el 18 de febrer de 2019