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Todos sabemos que en los momentos difíciles es cuando se pone a prueba la capacidad de innovación, de reinventarse, de buscar nuevas vías y soluciones; unas capacidades que residen en le talento de las personas y en sus actitudes, de tal manera que ni con todos los recursos uno es capaz de obtener grandes resultados, si no se tiene la capacidad creativa y de innovación sustentada por el talento. Un talento que surge de combinar óptimamente los avances tecnológicos y el diseño, tanto a nivel personal como colectivo. Este hecho es algo conocido desde hace tiempo, los éxitos de la empresas surgen por disponer de aquellas personas capaces de dar el salto cualitativo reservado a las organizaciones que interiorizan la innovación apoyada en esos valores.

Una nueva evidencia de la capacidad de innovación la tenemos en la Formula 1. Este año Brawn GP y Red Bull han roto las tendencias continuistas, superando a las grandes marcas como Ferrari y McLaren. Ante la arrolladora superioridad de esas marcas, muchos nos preguntamos donde esta la clave. Después de varias semanas de competición ya se ha evidenciado que el secreto no reside en el difusor ni en la mecánica o la forma de pilotar, sin duda otras son las causas de esa espectacular giro en la formula 1; la clave me la dio hace unos días el ingeniero Xavier Tarragó en una conversación a raíz del resultado en Momtmeló, él me hizo observar que detrás de Brawn GP y Red Bull están Ross Brawn conocido por los triunfos de Schumacher y el excelente diseñador Adrian Newey, dos personas con amplia experiencia y responsables de los logros de Ferrari y McLaren, dos escuderías que han vivido del empuje que les dejaron esos dos genios.

La conversación sobre la capacidad de innovación, -como la nueva forma de disipación del calor mediante el diseño de una estructura que permite la eliminación del ventilador-, cuando el talento raya a la genialidad, el esfuerzo y el trabajo en equipo, nos llevó a fijarnos en el móvil que había encima de la mesa, un smartphone o teléfono inteligente, un dispositivo que es a la vez ordenador, teléfono, y PDA; un objeto que ha revolucionado de forma significativa el mercado y ha conducido a que surja una nueva generación de teléfonos móviles, han cambiado las reglas del juego y las prestaciones gracias al uso de las nuevas posibilidades de interfase, surgidas de las pantallas táctiles, un avance técnico que fue incorporado por la mayoría de los principales fabricantes, siguiendo al iPhone, y que ha sido una autentica revolución en el mercado de la telefonía móvil.

Una revolución que eclosionó con el iPhone al integrar en el mismo los últimos avances tecnológicos y el diseño sorprendente y funcional de Apple. Diseño y tecnología, incorporando a la vez las potencialidades de los avances científicos, han sido la clave de Appel permitiéndole en muy poco tiempo colocarse en la segunda posición en el segmento mundial de smartphones, un ranking liderado por Nokia, un modelo imitado por los fabricantes mas reconocidos de móviles, que se vieron inicialmente sorprendidos por Apple con su iPhone.

Las innovaciones aparecidas en la formula 1, y en los smartphones, son consecuencia directa del uso intensivo de las potencialidades de aplicar el conocimiento, y de saber configurar equipos interdisciplinares que integran armónicamente tecnólogos, científicos y diseñadores. Unas transformaciones sorprendentes que se producen en un escenario económico especialmente complejo a nivel mundial, lleno de dificultades para muchos países, lo que comporta tasas de paro elevadas, altísimas en algunos Estados, y cierre de empresas lo que dificultará aun más la recuperación. Un escenario que afecta en mayor o menor grado a todas las economías, pero especialmente a las mas avanzadas, y que sin lugar a dudas está lleno de riesgos, pero de también de oportunidades si somos capaces de aprovechar las necesarias transformaciones que exige todo período de cambio. Para ello, es requerido activar el talento, lo cual implica poner el conocimiento en el centro del proceso creativo, sabiendo que en un mundo intercomunicado y con un mercado casi único y autorregulado por las leyes de la oferta y la demanda, los procesos se aceleran exponencialmente y las consecuencias de inhibirse catastróficas.

Activar el talento y el capital humano es sin duda lo que ha posibilitado avanzar a la humanidad a lo largo de la historia, ya que ha permitido tanto definir y desarrollar nuevos productos y servicios, como optimizar los procesos productivos. La capacidad de extraer potencial a la tripleta Ciencia, Tecnología Diseño ha variado significativamente el proceso económico y ha evidenciado la importancia del diseño como elemento de valor diferencial e instrumento esencial, al ser el hilo fundamental que conduce y articula la inclusión de los avances científicos y tecnológicos en los productos, servicios, procesos.

El diseño como piedra angular para afrontar la compleja multiproblemática sigue siendo un recurso insuficiente y que no esta al alcance de todas las organizaciones, fundamentalmente por un doble motivo: la falta de diseñadores y las resistencias al proceso de innovación, especialmente en producto, de algunas empresas.

La necesidad de ajustar la cartera de productos,  igual que la necesidad de apertura a nuevos mercados es algo que se ha interiorizado con rapidez, como consecuencia de la contracción de la demanda en los mercados, por consiguiente la problemática está en la disponibilidad de diseñadores. Unos diseñadores que cumplan las habilidades requeridas en los escenarios actuales, que exigen superar la metodología clásica, fundamentar el proceso creativo en el análisis de un gran número de variables interrelacionadas, las cuales conducen a un amplio abanico de soluciones que alcanzan su máxima eficacia cuando se es capaz, con eficiencia, de efectuar un análisis sistemático y de evaluación continuada de les diversas soluciones. El proceso creativo no es ya sólo un proceso basado en la intuición. es un proceso donde la creación surge de un sistemático trabajo basado en la metodología, la cual combina tanto el análisis de oportunidades, necesidades y capacidades, como aspectos asociados a legislación, disponibilidad tecnológica, costes y mercado entre otros, y que debe tener permanente presente el ‘qué‘ se produce ‘a quien’ va destinado, ‘como y donde se fabricará‘, en que “lugares se comercializará”, y cual será “el proceso último” una vez finalice su vida útil. Un proceso en el que convergen simbióticamente tecnología, instalaciones, localizaciones, capacidad creativa, talento, cultura innovadora y esfuerzo; lo cual permite extraer las enormes potencialidades de la capacidad trasformadora del diseño conduciéndonos hacia la innovación como proceso para reinventar y, superando lo imposible, abrir las sendas de la diferenciación y la generación de riqueza y progreso.

Un esfuerzo en diseño que exige equipos con personas que combinen de forma complementaria habilidades y conocimientos relativos “a formas y volúmenes; colores y texturas; energía, sostenibilidad y medioambiente; requisitos sociales y necesidades biológicas, condicionantes culturales y sociológicos; y a los avances técnicos y científicos”.

Un proceso complejo que debe contemplar la totalidad del ciclo de vida del producto; es decir el diseño no abarca únicamente las fases de observación, análisis, y proyectación de soluciones, considerando los aspectos de viabilidad de fabricación y uso, ya que también debe considerar los aspectos asociados a la fabricación, comercialización y distribución.

Avanzar en dotar a la sociedad de diseñadores con esas capacidades es un compromiso que debe asumir en primera persona las escuelas universitarias de diseño, las políticas de ocupación gubernamentales, y el sistema educativo preuniversitario. Éste ultimo para fomentar el surgimiento de vocaciones, apoyándose activamente en las iniciativas de las organizaciones y centros universitarios de formación en diseño encaminadas al surgimiento y concreción de las vocaciones. Las políticas de formación ocupacional y de especialización para conducir a personas de formación diversa hacia el campo del diseño, aportando su capacidad en los entornos multidisciplinares, y las escuelas de diseño en adaptar sus estudios y profesorado a las exigencia del diseño integral que garantiza el progreso social y la competitividad de las empresas.

Unos desafíos que sólo las sociedades avanzadas asumen, y que únicamente las mejores escuelas los interiorizan. A menudo se frivoliza el papel del diseño, y cualquier centro se siente capacitado para abordar su enseñanza, probablemente aquí surge el primer problema para que el diseño sea el motor de progreso. El diseño debe ser tratado como disciplina científica; es decir: con método, sistematización, esfuerzo y trabajo de equipo. Características que no están al alcance de todos los centros que dicen formar en diseño, y que, como me indicó el ingeniero Tarragó, han sabido incorporar en su trabajo el ingeniero, y mejor estratega, Ross Brawn y el excelente diseñador Adrian Newey, hechos que explican el cambio radical de la formula 1 en 2009, igual que supieron aplicar los ingenieros, informáticos y diseñadores de Apple desde sus orígenes y el revolucionario iPhone.

Analizar los casos de éxito ayuda a las empresas, y marca el camino de las escuelas comprometidas con la sociedad y el progreso, como es el caso de la Escuela Superior de Diseño ESDi, reconocida por su excelencia y compromiso por diversas instituciones y con alto nivel de calidad (como lo certificó recientemente la Agencia Catalana de calidad AQU). Un camino de progreso impulsado por el talento de diseñadores que incorporan los avances a los productos, aproximando de esa manera el progreso técnico y científico a la sociedad. Es ahora, en momentos complejos cuando se observa como se intensifican las inversiones en diseño y en facilitar la incorporación de diseñadores a las empresas. Es por eso que se debe apoyar el surgimiento de vocaciones y facilitar la formaron en diseño, tanto de grado universitario como de postgrado, -en la línea de las becas de excelencia de ESDI, con la finalidad que nadie con capacidad y vocación para el diseño quede excluido-, ya que esa es una vía para disminuir los efectos de la crisis, y a la vez desplegar el compromiso con la sociedad y con la generación de riqueza que tiene el diseño, lo que garantiza el progreso y el desarrollo humano.

Antoni Garrell i Guiu 
16 de Maig de 2009.

Publicat a la web www.esdi.es, en l’apartat d’articles.