“La recuperación exige de la cooperación entre universidades, centros de investigación y empresas”
“La asociación B30 debe emplearse a fondo para incrementar la participación de las empresas de referencia”
El pasado sábado coincidí con un diseñador de producto, graduado en ESDi hace casi 3 años, después de intercambiar unas breves frases sobre como transcurría su vida profesional, y los nuevos estudios de UX/UI designer que impartirá ESDi el próximo curso, me dijo “a menudo recuerdo lo que nos dijiste al terminar la carrera sobre la necesidad de observar, analizar y tomar decisiones con celeridad, puesto que en el tercer milenio no es pez grande quien se come al pez chico, sino el rápido quien se come al lento”. Le agradecí que tuviese presente el consejo que le había dado unos días después de su graduación, y aún más que lo hubiese interiorizado. Así lo comprendí cuando afirmo “ciertamente todo va muy rápido y es una época de obsolescencia acelerada, esto es maravilloso ya que nos abre un mundo de oportunidades a quienes no tenemos el lastre del trabajo fácil, y no hemos interiorizado la confortabilidad del pasado inmóvil. Piensa, como ejemplo, en las oportunidades que se abren para los diseñadores sólo a través de las Google Glass que se venderán en USA el próximo 15 de abril”. El joven diseñador, como quien quiere evidenciar que el rápido se come el lento, y que la eficacia sin eficiencia no conduce al éxito sostenido y continuado, se despidió con una amplia sonrisa y aceleró el paso hacia un coche que le aguardaba.
La conversación con el graduado de ESDi y el anuncio de Hewlett Packard relativo a que desarrollará en su centro de I+D de Sant Cugat, en el corazón de la B30, las impresoras 3D, me hizo reflexionar sobre las oportunidades que se abren cuando las organizaciones y las persona saben reinventarse, Ciertamente los cambios de HP en Sant Cugat fué un excelente ejemplo de transformación industrial en un momento donde las industrias se localizaban en lugares con menos costes salariales. Hace unos 15 años, HP trasladó la producción a Asia, pero el centro de Sant Cugat se transformó en un centro de I+D de excelencia. Sin duda la decisión de desarrollar la impresión 3D en Sant Cugat, reside en la capacidad de los profesionales que configuran el centro, en el enorme potencial de crecimiento que tienen las impresoras 3D (de los 3000 millones en 2013 a los más de 11.000 en 2021 según Gartner), y en la voluntad contrastada de su consejera delegada, en devolver a la empresa el liderazgo tecnológico en el ámbito de la impresión. Pero sin lugar a dudas aquella transformación, el reinventarse, de hace 15 años esta la clave de la decisión de hoy.
Una decisión de enorme importancia para Catalunya y en especial en el marco de la asociación de la B30, la cual sin dilaciones debe emplearse a fondo para incrementar la participación en la misma de las empresas de referencia que, afincadas en la zona geográfica que configuran los municipios que engloba, son un ejemplo a seguir en la enorme tarea de redescubrirnos, de averiguar nuestras potencialidades y como poder aportar lo mejor de nosotros mismos. Descubrirnos para reinventarnos, para mejorar y alejar la obsolescencia que nos aparta de la senda del progreso, y poder aprovechar los indicios de recuperación que se vislumbran y perciben.
Una recuperación que exige de la cooperación entre universidades, centros de investigación, empresas, y de la complicidad de todos los agentes sociales y sindicales. Es en este contexto donde la asociación de la B30 tiene mucho que aportar sin prisas pero sin pautas. Un potencial a no desperdiciar puesto que hoy por hoy es el rápido quien se come al lento y los cientos de miles de parados y el futuro lo exige,
Antoni Garrell i Guiu
13.04.2014
Artículo publicada en Via empresa (versión en catalán)